Los idiomas: una mirada profunda a la cultura
El pasado jueves 30 de octubre a las 19:00 horas tuvo lugar, en la Cámara de Comercio de Las Palmas, una ponencia sobre los idiomas como una manera de ahondar en el saber y la cultura de los pueblos a través de la lengua como vehículo indispensable en la transmisión de todos esos conocimientos, de la mano de Efrén Alemán García, traductor financiero y jurídico, cuya pasión por la materia pudo percibirse a lo largo de todo el rato que pudo compartir quienes pudieron asistir al acto.
En primer lugar, el ponente llevó a cabo una pequeña introducción en la que habló de forma y breve y concisa sobre la historia bíblica de la torre de Babel en que la que se explica cómo Dios, después del diluvio, hizo que los humanos se marcharan de una torre que habían construido con demasiado orgullo y soberbia —a su parecer—, lo que desembocó en la diversidad confusa e ingente de idiomas que alberga en la actualidad el mundo.
En segundo lugar, ya entrados en materia, abordó algunas lenguas latinas como el propio español, el francés, el portugués y el italiano, cuyo origen se remonta al latín, con el objeto de establecer, mediante expresiones y refranes cotidianos, ciertas similitudes y divergencias que dan una idea de la manera en la que los hablantes de cada lengua perciben y observan el mundo que los rodea, así como las diversas maneras en que experimentan la vida. Pese a tener una misma procedencia, se pudo constatar que hay diferencias en sus expresiones y sus formas de experimentar la realidad, algo muy interesante que granjeó la atención de los presentes.
En tercer lugar, comenzó a hablar de las dos lenguas germánicas por excelencia, el alemán y el inglés, y trató de establecer relaciones entre las diversas formas en las que sus hablantes experimentan la vida y observan la realidad con expresiones muy interesantes como “it is raining cats and dogs” o “Da Steppt der Bär”. Con ellas, sin duda, los presentes en la ponencia pudieron acercarse un poco más a unas culturas y saberes que, en ocasiones, nos parecen un tanto distantes.
En cuarto lugar, el ponente ya pasó a versar la ponencia sobre tres idiomas cuya relevancia a lo largo de la historia ha sido más que notoria: el griego, el árabe y el chino.
En cuanto al griego se refiere, puso de relieve las conexiones innegables en materia científica y cultural que hemos heredado de la maravillosa lengua helena, así como algunos maravillosos conceptos de los que se ha impregnado nuestro saber, nuestros conocimientos e incluso nuestra literatura como “melancolía” o “bilis negra” (se pensaba que quienes padecían de una honda tristeza segregaban una bilis de ese color) o “nostalgia” (dolor por estar lejos de casa). Huelga decir que no pudieron faltar todos los nombres de profesiones médicas que, a día de hoy, siguen presentes en nuestro vocabulario como “oftalmólogo” o “cardiólogo”.
Respecto del árabe, no pudo soslayar la innegable influencia que esta lengua ha tenido en el saber y la cultura occidental (sobre todo en la Península Ibérica, España, Portugal y un poco en Francia), con archiconocidas obras literarias procedentes de los textos aljamiados (textos en español redactados con caracteres árabes) como el Poema del Mío Cid, nombres de topónimos como Algarve, Guadalajara o Ramatuelle y otros conceptos más cotidianos como “alcohol” o “almohada”, objetos y elementos de uso cotidiano en la vida de todos nosotros. No cabe duda de que, con todos estos vínculo, consiguió que la audiencia se adentrara un poco más en el inefable e inexplorado mundo de las lenguas como vehículo de transmisión del alma y la cultura de los pueblos.
Ya respecto del chino, y aunque pudiera sorprender, abordó la relación de China con el reino de Bactria (actual Afganistán y territorio conquistado hace más de 2.500 años por Alejandro gano), vínculo a partir del cual hiló y relacionó algunos conceptos muy interesantes cómo la biología, entre otros, siempre trasladados a los tan característicos caracteres (ideogramas) chinos con los que la población expresa ideas desde una perspectiva muy holística y particular.
Ya en quinto lugar, y tras el inciso de uno de los presentes sobre el lenguaje imaginativo y su indisoluble vínculo con el idioma chino al tratarse de conceptos y dibujos que transmiten toda una idea, se dio de manera espontánea una rueda de opiniones, ruegos y preguntas en los que el ponente tuvo incluso que explicar el significado simbólico de algunos caracteres (hanzi) chinos, cosa que hizo con toda la buena voluntad y disposición, dado que se trata de un ámbito en el que se mueve como pez en el agua. Como colofón final, también hizo algunas aportaciones como el hecho de que los días de la semana en portugués, en lugar de seguir la antigua tradición grecorromana y babilónica fundamentada en las constelaciones, se rigen por los días en los que hay feria y mercado. Así pues, en portugués, el domingo sería el primer día de mercado y el lunes el segundo día de dicho mercado, de ahí que se diga “segunda” y así sucesivamente hasta llegar al viernes (sexta).
En conclusión, cabe reseñar que resultó ser un acto agradable, ameno y entretenido en la que los ponentes destacaron varias cosas: sencillez, atractivo y profundidad en los saberes reflejados por el ponente al término de la ponencia.
Los idiomas: una mirada profunda sin duda a la cultura.

